sábado, 31 de julio de 2010

La esencia de la Zona, según Lillo.



Juanma sabe lo que dice, y conoce lo que hace. Siempre le califican de entrenador de mucho hablar y escribir, pero que luego no ha cosechado títulos ninguno. Se equivocan, algún ascenso hay en su carrera, y encima añade a su trayectoria su saber hacer, su saber hacer sobre el saber hacer, pensamiento sistémico, juego de ataque y defensa en zona, grandes ideas, mejor entrenador.
Al escuchar sus palabras, quien quiere aprender ya tiene inquietudes donde sumergirse, ya tienes "deberes" para poder solventarlas, te incita al conocimiento de este deporte y eso tiene su merito, no cualquier entrenador lo puede hacer. Y para colmo, lo más importante, analiza su equipo, sea Almeria, Real Sociedad o el mismo Tolosa de sus principios, y saca conclusiones, desmenuza su organizacion, su "jugar"...

Para rematar la entrada, rescatamos unos párrafos de los muchos que tiene Lillo en diferentes libros, estos citados en el prólogo de Defensa en zona en el fútbol, Amiero Nuno, 2007. Disfruten.

" De todos es sabido que la esencia del fútbol es la zona. Si un grupo de niños lo pones a jugar a su aire, de forma instintiva se colocará en el espacio del que dispone para realizar el juego. Nadie empezará a perseguir a nadie. Ninguno de estos niños aparecerá con actitud policial, ni afán carcelario. Eso desgraciadamente se lo enseñaran después, cuando el miedo de sus entrenadores y el yugo de su ego se coloquen por encima de la naturaleza de este juego ".

" Lo defenderé una vez más. La zona no sólo es aliada natural de la iniciativa, sino casi un imperativo biológico de las personas. Es la distribución más racional y natural de un grupo en un espacio. Uno se sitúa allí donde más se resaltan sus capacidades. La destreza se convierte en rendimiento cuando uno está en su lugar natural e interactúa con otros a los que les ocurre lo mismo. Ese movimiento y esa sinergia son instintivos. Hacer lo contrario y sobre todo mandar hacerlo es zancadillear el instinto. Como afirmé hace muchos años, para jugar en zona hay que vivir en zona. El juego es una actividad que primero se siente y después se lleva a cabo. Sabemos que la zona tiene como valores el compromiso, la solidaridad, la ayuda mutua, la cooperación, la colaboración. Los que saben vivir de de esta manera saben jugar de esta manera. Reparto de espacios y reparto de esfuerzos para que haya finalmente reparto de beneficios. También, por supuesto, un reparto de responsabilidades. La quintaesencia de la zona es repartir. Es un concepto de integración y no de disgregación. Curiosamente choca con la ya asentada idea que invita a la individualidad constantemente. Más enfatizada aún en el mundo del fútbol, que hace crecer de forma falaz a los futbolistas que pueden valerse de su talento sin contar con los demás. Hay investigaciones muy rigurosas que demuestran científicamente que el máximo beneficio para todos sólo se obtiene con la colaboración. Aunque parece un ejercicio altruista, es un ejercicio egoísta. Eso sí, no es un egoísmo al uso, sino un egoísmo altruista. Ayudo al otro para ayudarme a mi. Si vivimos el apogeo de lo utilitario, la zona satisface esa pulsión sin devaluar nada. En un deporte colectivo como el fútbol es la pauta que conecta y optimiza todo ".

La esencia de la zona, puro modelo sistémico y visión holística, el futuro de este deporte.

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